UN POLÍTICO ESTÁ ENTRE LOS SERES MÁS VELOCES

Pero nada es comparable con lo sucedido en Tucumán. En el Concejo Deliberante de su capital se dieron cita los egregios integrantes del cuerpo para tomar juramento a un nuevo miembro. Esta joven promesa de la democracia juró en el cargo y,
de inmediato, pidió una licencia para continuar en sus antiguas e importantísimas funciones. No sé si será portada del Guinness 2012 pero lo cierto es que entre el juramento y su posterior licencia, concedida al estadista tucumano, sólo transcurrieron ¡29 MINUTOS! Eso es vocación de servicio. No importa el tiempo que uno dedique al prójimo, importa como en este caso la calidad del mismo. Y ahora, ¡busca ser reelecto!
1 comentario
rocinante -