Quién no recuerda haber oído, en el colegio, sobre
Juana la Loca. O más recientemente quién no recuerda con cariño el nombre del pueblo en donde vivía la familia de la inquietante y cada día más bella
Penélope Cruz en la película
"Volver". Pocos. Seguramente a la mayoría que presenció esa joya de
Pedro Almodóvar le habrá sorprendido el nombre del pueblo:
Alcanfor de las Infantas. Allí se registraba, según el director manchego, la más alta tasa de enfermedades mentales. Y me pareció un toque genial de un maestro del séptimo arte. Pero según un informe la
incidencia de las enfermedades mentales en la población española es notoria. Más de un millón de españoles padece una patología mental grave, alrededor del 3% de la población, mientras que cerca de 1 de cada 6 personas tendrá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida, sostienen los investigadores. Y es para preocuparse. Porque no es cuestión que uno irrumpa a riéndo a carcajadas en el velatorio de su madre; o intente ingresar al Vicente Calderón saltando con una garrocha o se sumerja en otoño en las aguas del Mediterráneo disfrazado de Papá Noel... para darse cuenta que está medio loco. No señor. El confundir un botón con una aspirina o el TV con el microondas ya es preocupante. Y ni le digo si cagó en el lavarropas. Atenti. Ante cualquier gesto extraño de su marido o una súbita risa incontrolada de su madre ante el televisor apagado adviértales que usted está armada y que les disparará de ser necesario.
1 comentario
Kunin -