El imperio del Tío Sam está al borde del KO. Tambaleante trata de aferrarse a una tabla de salvación. Baja las tasas de interés y el Estado sale a rescatar bancos y a las grandes empresas. Pero el agua ya está a la altura del cuello. Y en
Europa, cuando quedó al descubierto su crisis económica y financiera que sacude a las Bolsas y que amenaza postrar de rodillas a la UE, hay quienes como el
Partido Perfecto de España que recurren a la ayuda
Divina. Y se escudan en los
Santos.
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