CASI NUNCA ES COMO TE LO CONTARON

La mitad de la población desciende de europeos. La otra, de los barcos y de los aborígenes que poblaban la Argentina. Pero todos crecimos escuchando lo abnegados que fueron nuestros antepasados. Honestos y trabajadores se abrieron paso en la sociedad para que usted hoy pueda salir a la calle con la frente en alto. De haber sido vagos, unos parásitos y unos ladrones seguramente Ud. saldría a la calle en un auto importado último modelo y no tendría que caminar a diario las 139 cuadras que lo separan de su miserable trabajo.
Un equipo, con el Lic. Macoco Musul Man a la cabeza, salió a buscar la verdad. Y la encontró y le pareció mentira. Pero en el camino recopiló esta valiosa información para nuestros lectores: sus abuelitos no eran santos de yeso. Al menos en cuanto al sexo se refiere.
Y menos su abuela que de virgen no tenía nada. Al embarcar era una ninfómana perdida que se atendió, los 40 días que duró la travesía desde Galicia, a todo el pasaje masculino. Y calmó y consoló, según los testimonios de unos marineros, a dos damas. Aquí conoció a su abuelo. Y rehizo su vida. Ahora sabe que el mito de que ella era modista en el viaje fue una patraña: no cosía, la cogían. Y todos.
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