NO SÉ QUÉ ES LO QUE ESPERA WOODY ALLEN...

  Le juro que no sé qué espera Woody Allen para venir a filmar en Argentina. No por las ventajas que ofrece nuestra moneda frente al dólar ni por contratar a extras por dos pesos. No. Es que éste es un terreno tan fértil en cuanto a los sucesos que ocurren a diario que el guión de la película está prácticamente escrito.
  Sólo necesitaría hacer unos toques, mínimos desde luego, para realizar una comedia del estilo de “Que la cosa funcione”, por ejemplo. Y luego encaminarse hacia el Oscar como por un tubo vea. Nada se interpondría en su camino. ¿Y qué podría filmar por estos pagos? “Mínimo, El Príncipe Heredero” dejaría boquiabierta a la platea más exigente.
  Con una trama simple, sin golpes bajos ni excesos de tecnología lleva a la pantalla grande los días de un joven experto en nada que es conducido por las masas al poder. Y ni hablemos de “Memorias de una Arquitecta Egipcia”. Arrasaría ya en la primera semana de proyección. Con un formato ameno narra las peripecias de una atractiva mujer que reencarnó en el Siglo XX a la que asaltan los recuerdos de cuando diseñó y se construyeron bajo su dirección las pirámides de Keops, Kefren y Micerino.
  Hoy, dedicada por entero al prójimo, intenta seguir ejerciendo el poder. La trilogía inicial se completaría con “Ése Médano es Mío” que brinda una visión descarnada de un náufrago que a pesar de las adversidades de la vida salió a flote gracias a su carisma. Con música de su autoría, “Ahí tampoco vivo yo”, no tardaría en ser “la candidata” a mejor banda original del año. Como ve si no viene hasta 2015 es porque Woody Allen no sabe aprovechar lo que le brinda la vida.