
Parece
de ciencia ficción. Pero es la realidad. Mamá: quiero tetas nuevas éste es el regalo preferido de las adolescentes de 15 años de lo que queda de la
clase media y de la media-alta. Este inusual pedido es un fenómeno que se instaló entre las jovencitas de la
Argentina. Los cirujanos plásticos y los sociólogos consultados afirman que los implantes mamarios de siliconas entre las
lolitas están desplazando como regalo a la tradicional Fiesta de 15 o el viaje a Miami, residual de las épocas de la fantasía del gobierno de
Carlos Menem. En la República Bananera del Plata
los médicos siguen recomendando operaciones de implantes mamarios después de los 18 años, así que por ahora las adolescentes están condenadas a envidiar a su progenitora al ver como su padre se endeuda en un crédito bancario para la cirugía facial o bótox; para las tetas nuevas -que la transformarán en un clon de
Pamela Anderson- y
para levantarle el culo a mamá porque ya viene el verano...
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