Y finalmente no se hará el famoso sorteo de tetas, que había anunciado una discoteca de Valencia. La noticia erizó la sensible epidermis de la sociedad. Os digo a vosotros que esto es ilegal. Os digo que es como ponerle tetas a la Niña de Rajoy", sostuvo un ex Jefe de Gobierno. Nos han crucificado y ya no podemos más. Desistimos de esta idea. ¡Que se queden las tías con pechos del tamaño de un garbanzo! ", dijo un allegado a la discoteca en cuestión. Con estas palabras y otras tantas se intenta justificar que definitivamente se anula el sorteo de la operación de implante de tetas, grandes y firmes como las de la Pamela Anderson, que se iba a realizar en la fiesta Pretty Busty Woman 2008. La realidad es otra. Es triste, pero es la verdad. Y nos da una idea de hasta dónde llega la recesión en España. Y sí, es verdad. Sólo nos alcanzaba para comprar unasilicona en Diciembre, afirmó con lágrimas en los ojos el propietario de la discoteca. Y a ninguna mujer, por más tonta que esta sea, le conforma tener una tetagigante y la otra pequeñita. A la otra se la íbamos a hacer poner en Mayo o en Junio de 2009. Ya estaba todo arreglao con el cirujano, balbuceó mientras ya lloraba a los gritos. Fue un gran papelón.
Y finalmente no se hará el famoso sorteo de tetas, que había anunciado una discoteca de Valencia. La noticia erizó la sensible epidermis de la sociedad. Os digo a vosotros que esto es ilegal. Os digo que es como ponerle tetas a la Niña de Rajoy", sostuvo un ex Jefe de Gobierno. Nos han crucificado y ya no podemos más. Desistimos de esta idea. ¡Que se queden las tías con pechos del tamaño de un garbanzo! ", dijo un allegado a la discoteca en cuestión. Con estas palabras y otras tantas se intenta justificar que definitivamente se anula el sorteo de la operación de implante de tetas, grandes y firmes como las de la Pamela Anderson, que se iba a realizar en la fiesta Pretty Busty Woman 2008. La realidad es otra. Es triste, pero es la verdad. Y nos da una idea de hasta dónde llega la recesión en España. Y sí, es verdad. Sólo nos alcanzaba para comprar una silicona en Diciembre, afirmó con lágrimas en los ojos el propietario de la discoteca. Y a ninguna mujer, por más tonta que esta sea, le conforma tener una teta gigante y la otra pequeñita. A la otra se la íbamos a hacer poner en Mayo o en Junio de 2009. Ya estaba todo arreglao con el cirujano, balbuceó mientras ya lloraba a los gritos. Fue un gran papelón.
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