LA SEÑORA GOLDFINGER ACARICIA SU SEXO A DIARIO

"Mamá..., salí ya que nosotros también necesitamos el baño", aseguran que claman a diario sus hijos cuando comienzan a escuchar los gemidos. Ana C. padece lo que se conoce como compulsión orgásmica, una dolencia provocada por una alteración química en la región de la corteza cerebral, que le produce ataques de angustia que sólo puede aliviar
sintiendo un orgasmo. O varios, como en su caso.
En una nota concedida al diario Regiao Noroeste le confesó que "hubo un día que me tuve que masturbar 47 veces" y lavarme la diestra otras tantas veces, agregó. Los ojos se le cruzaron, afirmó una amiga que prefirió mantenerse en el anonimato. "Comencé a suponer que eso no podía ser normal y decidí pedir ayuda", a los profesionales.
"Varios amigos y amigas, a quienes agradezco, se ofrecieron a darme una mano", agregó sonrojada.
Es así que comenzó un tratamiento médico un especialista en Neurología Sexual. Tras analizar el caso éste le prescribió un cóctel de ansiolíticos, gracias al cual sólo necesita masturbarse unas 18 veces diarias. Sin embargo, esa frecuencia la obliga a "relajarse" también durante sus horarios de trabajo. El inconveniente la llevó a una larga batalla legal con su empresa que finalmente ganó. El Ministerio de Trabajo la autorizó a masturbarse durante 15 minutos cada 2 horas para aliviar sus habituales tensiones. Además, el juez le permitió utilizar la computadora de la empresa para acceder a "imágenes eróticas que alimenten su deseo".
Por favor, "siéntese y espéreme un momento. Me voy a tocar al sanitario y en un rato estoy con usted...", escuchan a diario los clientes que asisten al estudio contable donde la Goldfinger brasileña da rienda suelta a su recital de multiorgasmos .
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Gabriel -