"Peinate Juan, me parece que viene gente". Con esta frase simple y contundente a la vez el minero
Agapito Braulio Cifuentes alertó a quien no estaba al tanto de las tareas de rescate que se desarrollaban en el interior de la mina
San José de Copiapó.
"Yo sentí el sonido de ruedas que se deslizaban a gran velocidad y que provocaban un ruido de la reputa madre", continúa con su relato
Agapito,
"y me dije no creo que sea la bruja de mi mujer; ni que sean ratones con patines. Entonces les grité: ¡escuchen con atención pelotudos: no son ladrones los que vienen. ¡Salgan ya de los escondites!", bramó enfurecido. Esta es una de las tristes historias, hay miles, que rodea a la tragedia del desierto chileno.
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