¿QUÉ LES PASA A LAS DIVAS CON EL SEXO?

Siempre me acuerdo de un dibujo de mi admirado Roberto "Negro" Fontanarrosa. Allí se veía a un individuo que caminaba y que de reojo miraba un gran cartel que estaba a un costado de la puerta de un edificio. Sea bailarín de ballet, decía el anuncio con letra de tipografía muy grande. Abajo, al pie, y con letra minúscula se veía: Absoluta Reserva.
Nadie como él podía plasmar la hipocrecía de la sociedad hacia determinados oficios. La gente común, la que se quedó encerrada en las Cuevas de Altamira, asocia aun hoy trabajos u oficios o profesiones con tendencias marcadamente homosexuales.
Pero yo quiero referirme hoy a otra hipocrecía o al márketing si usted lo prefiere que envuelve a un importante número de mujeres de gran exposición pública. Son aquellas que para ganar las primeras planas de las revistas del corazón y ser una noticia que recorra las redacciones del mundo, apelan a escenas de lesbianismo sobre el escenario.
Sí, esas divas que de tanto en tanto necesitan reinventar sus carreras besando a sus ocasionales acompañantes. Pueden ser éstas bailarinas, cantantes, tenistas o ignotas bellezas que prestan sus labios para una campaña de prensa free.
O las divas que con cara de nada y mirando a un punto fijo confiesan ante quien las quiera escuchar que "soy bisexual. "Debuté en la cama con una mucama rusa. Con su lengua apasionada ella me cambió los ovarios de lado a los 14 años".
Añoro los días en que sólo corrían para saltar de las sábanas de fulano hacia las de mengano , en los tiempos que estaban de moda los heterosexuales. En fin...