"Vea... ya sé que cuesta creerlo, pero el cielo de Buenos Aires estaba iluminado a pleno. La noche, en cuestión de minutos, se hizo día", hasta aquí el relato vía telefónica que el periodista de un medio gráfico mantuvo con una colega de una cadena de TV de Madrid.
"En las principales calles céctricas, prosigue, se había armado un improvisado Carnaval y unas 309 personas bailaban como poseídas".
"El grito España allá voy", era atronador, concluye. Los transeúntes no entendían lo que ocurría y ávidos por enterarse consultaban a policías o a los mozos de los restoranes, quienes contemplaban la escena junto a los clientes desde las veredas de los negocios. Pero no fue hasta que el diputado, y ex ministro y ex gobernador y dos veces candidato a Presidente,
Huguito Esculapio Cleptómano al borde de sufrir un síncope le reveló el secreto a una de sus amantes. La Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobó el pedido del Hospital Vall dHebron de Barcelona para realizar otro
Trasplante de Rostro.
"Gatito mío... gracias a la ciencia yo y otros demócratas nos podremos cambiar las Caras antes de las Elecciones de 2011", exclamó antes de caer exhausto por la danza y el alcohol. La democracia exige a sus prohombres éste y otros sacrificios mayúsculos para mantener y perpetuar su nivel de vida sin trabajar.
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