
No sólo es la opinión de la mayoría de los periodistas deportivos de la ínsula de Puerto Pobre. También es un secreto a voces que recorre de boca en boca en el circuito profesional masculino. A cada paso se murmura:
"A su lado, Nadal es un mediocre"; o
"Si Pablo está sobrio el pobre Nadal no ganaría un set"; o
"Es el número 1"; y los más fanáticos del diestro sostienen
"El tenis es Pablo y el resto del circuito son japoneses: todos iguales". Pero lo cierto es
Pablo Dom Perignon ocupa el número 103.905 en el escalafón profesional y que está borracho 18 a 20 horas al día.
"Él ingiere alcohol, comenta su entrenador
Macoco Pérez Dasta,
desde los 5 años y si su hígado sobrevivió a la cirrosis calculo que morirá de viejo. O de un pelotazo en la cabeza", acotó.
Federer y
Nadal pueden seguir engañándose, pero en el fondo lo saben...
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