TESORO DEL CARIBE CUMPLIÓ CON TODOS
La XXXV Cumbre del Mercosur se desarrolló sin inconveniente alguno por las extremas medidas de seguridad de que estuvo rodeada. Tucumán se transformó en una ciudad sitiada por hombres del Servicio Secreto y por los custodios de los Jefes de Estado. Entre estos últimos llamó la atención el guardaespaldas del Dictador Vitalicio de Puerto Pobre, sargento Marlon Blando. Este émulo del otrora atlético Rambo, apodado El Tesoro del Caribe, no se despegó un instante del mandatario, de su abanico y de un grupo de mancebos en celo que lo acosaban con sus indecentes propuestas de mantener sexo oral y escrito. Y a juzgar por su buen humor, cumplió con todos.
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