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POSTALES del SUR

¿Y Si EL IMPERiO ROMANO CAíA en MANOS de ARGENTiNOS?

¿Y Si EL IMPERiO ROMANO CAíA en MANOS de ARGENTiNOS? ¿Usted se imagina cómo hubiera sido el Imperio Romano en manos de argentinos? Le juro que algo de esto hubiera ocurrido. "Veni, Vidi, Vici" es una locución latina dicha por el general y cónsul romano Julio César. El comentario "Vine, Vi y Vencí" hacía referencia a la ductilidad de sus tropas en el campo de batalla. Y que fue erróneamente traducida por un gladiador, nombrado a dedo como traductor a pesar de ser un analfabeto, como "Vení Ve la Vinchuca". Este fue el comienzo de una serie de traducciones desgraciadas. Como "Nihil Adeo Ardvvm Est Qvod Virtvte Conseqvi Non Possit" que literalmente sería  "Nada es tan difícil que no se pueda conseguir con coraje" y que llegó a nuestros días como "Nada es tan difícil que no se pueda conseguir entregando bolsones". Ni hablemos de "No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo" que fuera distorsionada como "No basta que el marido de una viuda haya sido honesto; sino que sus cuentas sean claras" o "Res non verba" erróneamente traducida, por un amigo de Catón el Viejo, quien entregado a la bebida en una tarde bucólica en el campo en Lazio la interpretó como "Las reses no hablan" lo que le significó el nombramiento como prefecto de las Artes y las Letras de Roma por su amistad con un puntero de La Nerón, rama juvenil de los efebos transexuales de dicho emperador. "Alea iacta est" sería "La suerte está echada" o "Para tener suerte, no dejes de apostar" como pasó a la posteridad. Pero no nos olvidemos de "Ad nauseam" o "Hasta el hastío" que el mismo individuo tradujo como "Si tenés náuseas, es embarazo". En fin, es casi un milagro que algunas alocuciones como ad hoc o ad honorem llegaran hasta hoy tal y como fueron pronunciadas. Y además, manteniendo su significado.

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