LOS DOLORES SóLO APARECEN CUANDO SE MARCHA EL DíA

"Wait Until Dark" es una película que entre nosotros la vimos como "Espera la Oscuridad" y que se la recuerda por el protagónico de la bella y enigmática Audrey Hepburn. Del título es lo que le quiero hablar hoy. Todos los seres humanos que conozco esperan la llegada de la noche para acostarse, descansar, hacer un balance del día o no, tener sexo en los menos de los casos y fundamentalmente dormir. Pero no estamos excentos de sufrir sobresaltos. No, no hago referencia a encontrar un vampiro en el placard o que aparezca un licántropo hambriento bajo la cama. O que el mítico cuco lo espere en el baño. No. Hablo lo que sucede al irse la luz del día. Sí porque ¿se dio cuenta que el oído o la tos o el dolor de muelas sólo aparecen en la noche? ¿Y que además el dolor será inversamente proporcional a la distancia del centro médico más próximo a su domicilio? La muela parece dolernos más al enterarnos que el dentista de guardia más cercano se encuentra en la otra punta de la ciudad. Y ni hablemos de nuestros hijos. Todos los males que recuerde que pudieran haber afectado a nuestros vástagos suceden al caer la noche. La pancita, una otitis, laringitis o fiebre se presentan en horario nocturno con mayor asiduidad. No tengo estadísticas al respecto, pero así es. Tampoco es aconsejable dotar de unos cientos de focos a cada cuarto de la casa para iluminarlos a día y transformarlo en criadero de pollos. No le dará resultado porque su organismo "detectará la noche". Entonces sólo le queda munirse de paciencia y medicamentos con los que aliviar estos males hasta que amanezca. Aunque sería lo ideal contar entre la familia que vive junto a usted con un dentista o un médico clínico.