La Gala de la XXIII edición de los Premios Goya acababa de comenzar en el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid. Se dieron cita los nominados, personalidades del mundo de la cultura y un ejército de invitados. Frío, glamour, lluvia y colores vivos en el atuendo de las divas fueron la característica saliente de la noche destemplada. Pero el cine español se ve una vez más salpicado por suspicacias de corrupción. O al menos se puede hablar de absurda discriminación. La conductora de la Gala no lo podía entender. Afuera, bajo la lluvia y a la intemperie, meados de frío aguardaron hasta las primeras horas del lunes los miembros de la delegación de la ínsula de
Puerto Pobre. En efecto, tanto el afamado Director
Esculapio Megapíxel como el actor
Braulio Pasmarote Lumier no pudieron ingresar, y por ende participar de la Gala. Otra mancha en la Cultura y van...
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